Toda mi vida he tenido afinidad por las actividades manuales, hasta que descubrí la joyería y encontré mi propia identidad creativa. Por medio de ella puedo expresar mis ideas a través de la transformación del metal en joya.
Los desafíos técnicos que he presentado en la elaboración de las piezas, me han permitido crecer y explorar nuevas alternativas.
Descubrí la joyería en el 2009 al convertirme en mamá y saber que no quería perderme la infancia de mis hijos y por ello, decido empezar a estudiar diseño de joyas, creando así mi propio taller e involucrando mi núcleo familiar en la formación de esta empresa.